Nos unimos al manifiesto una iluminación pública sostenible

La Junta de Extremadura, a través de la Dirección General de Urbanismo y Ordenación del Territorio, las diputaciones provinciales de Cáceres y Badajoz, la Federación Extremeña de Municipios y Provincias (FEMPEX) y la Red Extremeña de Desarrollo Rural (REDEX) han firmado este lunes en Mérida el manifiesto ‘Slowlight para una iluminación pública sostenible’ con la Asociación Nacional Slowlight.

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Slowlight

La iniciativa Slowlight nace en defensa de una gestión sostenible del alumbrado, que permita promover un uso racional de la luz, promulgando los principios básicos esenciales para una nueva cultura de iluminación, orientada a la ciudadanía; a las administraciones públicas y privadas, con capacidad de gestión medioambiental y de iluminación en el plano estratégico y ejecutivo; y al sector empresarial de iluminación.

Este documento técnico, que recoge los principios básicos para una iluminación pública sostenible, promoverá seguir trabajando por la protección de los cielos estrellados en Extremadura que, desde hace más de cinco años, lleva impulsando la estrategia transversal puesta en marcha por el Ejecutivo regional ‘Extremadura, Buenas Noches’.

De esta manera, se persigue obtener mejores entornos a través de la luz, tanto en el ámbito urbano como en el rural, así como sensibilizar a la ciudadanía, al sector empresarial y a los entes públicos.

La estrategia Slowlight se articula a través de 25 principios básicos en los que se perfila la idea de la luz, integrando el compromiso y el consenso multidisciplinar de todos los agentes públicos y privados y fomentando una nueva cultura de iluminación, más sostenible, saludable y justa.

Así, se pretende contribuir a contrarrestar el crecimiento de la contaminación lumínica en extensión territorial e intensidad y, además, se quiere alcanzar la descontaminación lumínica de los territorios, de modo que dentro de una o dos décadas la situación haya revertido moderadamente.

Además, esta iniciativa está ligada a los objetivos de la agenda urbana 2020-2030, lo que contribuye a la reducción del grave problema medioambiental producido por la contaminación lumínica.

Una iluminación pública, bien diseñada y utilizada, se considera un recurso de interés esencial, que contribuye a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía y a la generación de entornos seguros. Por el contrario, una iluminación pública mal diseñada agravará sus innumerables efectos perjudiciales para la salud humana, la biodiversidad y el medio ambiente.

Por ello, a través de este manifiesto se apuesta por una iluminación calmada y sostenible, lo que promueve un entorno más confortable y saludable para la ciudadanía y respetuoso con la biodiversidad.

Las administraciones son parte fundamental de la solución a la contaminación lumínica puesto que gran parte de las redes de iluminación son de titularidad pública.

La iniciativa Slowlight abre un camino para el cambio y para la puesta en valor del uso responsable de la luz. En el futuro, es posible exportar esta nueva cultura de calmado de iluminación a otros servicios públicos, al objeto de evolucionar hacia el concepto de SlowCity: ciudades saludables.

Slowlight considera la noche como algo necesario y por ello promueve una iluminación de calidad en equilibrio con la noche y con la protección del cielo nocturno, contribuyendo decididamente a la lucha contra la contaminación lumínica de los territorios.

De este modo, las ciudades, pueblos y territorios podrán diseñar su paisaje nocturno, resaltar su patrimonio y favorecer la actividad humana y la seguridad, pero sin que la luz contaminante genere un problema medioambiental.

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